La iniciativa, acorde con el Plan General de Normalización Lingüística, ha sido aprobada con el rechazo del PP.
El Parlamento gallego ha aprobado una iniciativa, con el rechazo del PP, para, de acuerdo con el Plan General de Normalización Lingüística, promocionar el uso de la lengua gallega «en las actividades comerciales y de defensa de los derechos lingüísticos, garantizando la no discriminación por razones de lengua».
De este modo, la Cámara gallega establece la «oferta positiva», para que la lengua gallega sea la empleada en la práctica comercial «habitual», así como la incorporación, «como criterio de concesión de ayudas públicas o contratos con la administración pública», la implicación de la empresa en el uso del gallego, introduciendo una cláusula de promoción del gallego. Además, según la iniciativa aprobada, se desarrollarán acciones de información y asesoramiento dirigidas a los comerciantes, a asociaciones y entidades del sector, con el fin de promover el uso del gallego y se «incentivarán medidas» para la efectiva rotulación interior y exterior de los establecimientos en gallego. El portavoz en materia de Lengua del BNG en el Parlamento gallego, Bieito Lobeira, aseguró que se trata de una iniciativa para defender los derechos lingüísticos de los gallegos y «no de una imposición», ya que en el texto aprobado no se habla de imposiciones.
El diputado del BNG criticó que el PPdeG «rebajase», con una enmienda presentada al texto de la formación nacionalista, el Plan de Normalización Lingüística, «aprobado por unanimidad» en la Cámara gallega.Lobeira rechazó que se hablase de «libertad» para rotular en uno u otro idioma, ya que, a su juicio, es fácil hablar de libertad cuando hay «privilegiados y oprimidos».
La iniciativa pretende defender los derechos lingüísticos de los consumidores gallegos y dar la vuelta a una «situación perversa», según el diputado del BNG, ya que en Galicia la lengua «propia y mayoritaria» es el gallego y sin embargo en el ámbito del comercio la mayoría de las relaciones se producen en castellano.El diputado del PPdeG Maximino Rodríguez señaló que las medidas deben «alentar y promover» y no crear una imposición, y justificó el voto en contra de su grupo en que no incluía la palabra «libertad» de los comerciantes para rotular en gallego o castellano.
«Sí al fomento del gallego en el comercio, no a la imposición encubierta, indirecta y velada», concluyó Rodríguez, que mostró su convencimiento de que el idioma de los rótulos los debe decidir el titular del establecimiento, aunque se mostró favorable a que se impulse el uso del gallego.Por su parte, el diputado del PSdeG Francisco Cerviño destacó que «las personas que quieren vivir en gallego tienen dificultades», aunque indicó que la normalización se logra «cuando lo decide la sociedad».
Cerviño abogó por que el gallego sea capaz de competir en una realidad «plurilingüe», en un entorno en el que convive con una de las «lenguas más potentes del mundo», en referencia al castellano.
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