El aumento de las relaciones comerciales entre España y China multiplica las oportunidades de negocio, lo que motiva el aprendizaje del chino mandarín. A eso se suman otros factores como el interés cultural, promovido por el inicio de los Juegos Olímpicos de Pekín. Por todo esto, analizamos el tan variopinto perfil del estudiante del idioma chino en nuestro país.
Es indudable que últimamente la demanda del idioma chino ha crecido. Muchos son los factores que han influido en este fenómeno y algunas escuelas explican por qué y cuál es el perfil de este tipo de estudiante. CCC, por ejemplo, ha realizado un estudio a 1.000 estudiantes de chino y ha concluido que un 70% de éstos son hombres y un 30% mujeres. Además, atendiendo al ámbito geográfico, destaca que el 28% de estos alumnos vive en Madrid, el 23%, en Cataluña, el 14%, en Andalucía, el 13%, en la Comunidad Valenciana y el 6%, en el País Vasco y Canarias. De estos porcentajes se extrae la conclusión de que donde más se estudia este idioma es en aquellas zonas donde hay grandes empresas que mantienen relaciones comerciales con China.
También ha “jugado” un papel muy importante el inicio de los Juegos Olímpicos de Pekín, que tanta expectación ha suscitado y que se alargarán hasta el 24 de agosto. Por edades, en España los estudiantes de chino tienen entre 9 y 75 años, de ellos un 40% ronda los 40. Entre los motivos que impulsan a estudiar este idioma, se encuentran las necesidades profesionales, bien porque la empresa ya trabaja en China o con proveedores chinos, o bien porque es un país estratégico en expansión. Además, estos alumnos suelen viajar con fecuencia a este país por motivos de trabajo. Este pretexto sería el primordial, ya que estamos hablando de un mercado de 1.350 millones de clientes potenciales, con una nueva clase media-alta de 250 millones de personas en el que todos ven una oportunidad de negocio y donde el idioma supone la principal barrera.
Algo que hace sonreír a los empresarios es que es muy problable que para el año 2015 el gigante asiático se haya convertido en el segundo consumidor mundial de productos de lujo, según el informe de Harvard Deusto. Aquí se observa una oportunidad de mercado para los productos importados de Europa y España, como el jamón ibérico, el aceite de oliva, los quesos y el vino, entre otros, así como para los restaurantes de gran prestigio, los automóviles, la banca, el turismo y la moda, que ponen de manifiesto la importancia de hablar su idioma.
Razones familiares
Otra razón puede ser personal, como el hecho de tener hijos adoptados con esta nacionalidad, cuyos objetivos se basan en conocer mejor las costumbres y lengua original del hijo que van a criar. Los jóvenes ven en este habla más opciones. Lo estudian como complemento a su formación, ya que consideran que debido a la implantación de este colectivo en nuestro país y a las cada vez mayores relaciones de nuestra nación con China, el chino mandarín puede ser algo muy útil para conseguir empleo.
Las personas más mayores lo aprenden como hobbie, simplemente para ocupar su tiempo libre y para saciar su curiosidad cultural. Hay que aclarar que el “chino” que se estudia en las escuelas es el mandarín, no porque haya diferentes variables de este idioma, ya que ese es el error generalizado, sino porque sólo hay un idioma chino. Sin embargo, hay dos tipos de escritura, que es lo más complicado para los estudiantes, la simplificada y la tradicional.
También hay muchos dialectos, siendo el cantonés el más popular. Como se puede observar, esta lengua promete un estudio interesante. La escuela Idioma Chino, ubicada en Barcelona, ha conversado con Expansión&Empleo para detallar el perfil del estudiante que se encuentra en su recinto. Éstos se sitúan en edades comprendidas entre los 9 y los 65 años, aunque hay dos grupos mayoritarios, de 20-25 y de 35-45 años. En cuanto a sexos, afirman que el 80% son varones y para esta escuela el interés por el idioma ha aumentado desde 2006 debido a la integración de China en la OMC (Organización Mundial del Comercio).
Este portal también ha contactado con el Instituto Iberochino, situado en Madrid, el cual nos confirma que sus solicitudes se han incrementado en más de un 100% respecto al año pasado. Entre todos sus alumnos, destaca dos colectivos, los niños de entre 5 y 10 años, y los jóvenes de entre 20 y 35 años que trabajan en empresas que mantienen alguna relación con el gran país asiático. Las motivos que llevan a estos alumnos a matricularse en su escuela son, según ellos mismos, el importante auge económico que está viviendo China y las expectativas de futuro que muchos ven allí. Además, consideran que el inicio de los Juegos Olímpicos de Pekín ha provocado un efecto mediático tan grande que ha aumentado la demanda del idioma en las escuelas que lo ofrecen. La curiosidad cultural puede ser otra de las claves que incita a los alumnos a embarcarse en el estudio de esta nueva lengua, así como el hecho de ser el idioma más hablado del mundo.
Como se puede observar, las escuelas coinciden en los factores analizados y, tanto el auge económico de China, como la ganas de saber más de la cultura oriental, son la esencia de este creciente interés por hablar chino mandarín.
Fuente: http://www.expansionyempleo.com